21 abril 2006

Zaragoza, 1995. Intervenciones artísticas sobre un Opel Corsa

Las experiencias artísticas que toman automóviles como punto de inspiración u objeto artístico, son, como hemos visto a menudo en ¿Dónde está el depósito...? bien diversas, abarcando desde le pintura sobre automóvil hasta la fotografía. En este blog hemos mostrado en varias ocasiones diversas experiencias, fundamentalmente basadas en la pintura sobre carrocerías.

Hoy traemos aquí tres experiencias cuyo planteamiento es ligeramente distinto, y surgidas de ámbitos muy distintos, lo cual las hace especialmente interesantes.

En primer lugar, la exposición celebrada en 1995 por la Asociación de Artístas Plásticos Goya-Aragón, con patrocinio de la Fundación Opel Nueva Empresa, con el título "Intervenciones plásticas sobre el Opel Corsa". Promovida inicialmente por Miguel Angel Arrudi y otros artistas aragoneses, la idea era plasmar obras de arte "mediante" el automóvil más que "sobre" el automóvil, y más bien con un contenido analítico (el automóvil en la sociedad) que estético. Eso sí, para esta ocasión se recurrió a maquetas de Corsa de primera generación, a pesar de que desde 1993 había en la calle un nuevo modelo (mas o menos este), asi que ignoro por qué razon se escogieron maquetas de Corsa "primera generación". Entre las mostradas, algunas piezas muy interesantes como la de Julio Baldellou o Mariela García, explotaban un contenido narrativo acerca del coche en la sociedad, mientras que otras más posibilistas, como las de Arrudi pintando una maqueta como coche oficial para la fallida intentona de Jaca por los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, estaban más integradas en una línea de "Pintura sobre automóvil" más tradicional y relacionada con los BMW Art Cars o con las creaciones de Sonia Delaunay que hemos visto aqui en varias ocasiones. Sin embargo, en esta exposición había una pequeña selección de cuadros, piezas presentadas como reflexiones sobre el proceso creativo de un automóvil, y sus implicaciones sociales y estéticas. En este sentido, la obra de Arrudi así como la de Florencio de Pedro, planteaban unas interesantes reflexiones estéticas. La exposición pasó más o menos desapercibida, siendo hasta hoy uno de los pocos ejemplos (y bien modesto) del encuentro directo del arte y el automóvil en una ciudad como Zaragoza, a solo 25 km de una planta de producción de Opel.

* Foto: "Graffiti" de Mariela García.
**Vía: Jaime

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