23 octubre 2008

McLaren Center en Woking, por Norman Foster


En esta serie de artículos acerca de la arquitectura relacionada con el mundo del automóvil, hemos visto varios ejemplos de construcciónes realizadas con diferente fin. Desde museos, hasta sedes centrales y edificios en circuitos, algunos de estos tienen como punto de partida presupuestos diferentes para llegar a un objetivo final estético y funcional.El primero de los tres últimos, por ahora, es el Centro Tecnológico de McLaren en Woking, Reino Unido, de 2005. Si hablábamos de Norman Foster en nuestra noticia acerca del edificio principal de la futura Ciudad del Motor de Alcañiz, en este caso, McLaren y Foster se encuentran para crear un espacio único destinado a las necesidades de una leyenda de la automoción como McLaren. El centro tecnológico de McLaren en Woking es una estructura fascinante, un edificio tremendamente interesante totalmente integrado en el entorno en el que, de forma evidente, Foster se pone en contacto con proyectos como la casa Kaufmann de Lloyd Wright o la hermosisima Villa Savoie de LeCorbusier. Una magnífica estructura repleta de curvas define el espacio principal del centro, situado frente a un gran lago en el que se refleja y del que toma luz a diferentes horas del día. En el edificio principal se hallan los talleres de investigación y las oficinas de la firma, mientras que el edificio de visitantes está en una construcción separada, pero dentro del complejo, que alberga otros cinco lagos.Uno de los puntos fuertes del complejo es precisamente su integración en la naturaleza. Para su construcción se respetó una condición inalterable, que el edificio no se alzase más de 11 metros sobre el suelo. De manera que parte de el está semienterrado, y con ello se oculta a la vista en medio de un gran bosque. La búsqueda de una integración total con el medio y un espacio sostenible en la medida de lo posible, hizo que se plantasen cien mil árboles, y que se diseñase un sistema de refrigeración del complejo que se sirve de la recirculación y reaprovechamiento de las aguas de los lagos que lo rodean, así como de las condiciones que crea la densa superficie arbolada que lo rodea.En su interior, no sólo se encuentran las oficinas, un restaurante o el tunel del viento propiedad de la marca. Además se ha recurrió a un cuidado diseño de interiores dirigido por Colin Gold, y se ambientó el interior con esculturas del artista rumano Ioan Nemtoi, conocido por la utilización del cristal como material esencial para sus esculturas, y que se ponen en comunicación de forma especial e intensa con las superficies acristaladas del edificio de Foster.El complejo de McLaren en Woking, un espacio destinado, al final, a la investigación tecnológica para construir automóviles, es un ejemplo perfecto de la integración de las artes en la arquitectura, y de cómo el fin último condiciona la creación arquitectónica hasta el punto de que puede decirse que edificio y automóviles van de la mano. Y es una muestra más de que las diferentes artes, están en realidad en una gran habitación que no tiene muros, pero que tiene muchas puertas para acceder a ella. Quizá una de esas puertas sea la plateada y abatible de un Merdedes SLR...

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