03 noviembre 2008

¿Edificios de motor trasero?. Porsche Design Studio y Rem Koolhas construyen dos torres en Dubai


Porsche es un fabricante de automóviles vanguardista en todos los sentidos. Lo cual es paradójico, teniendo en cuenta que su leyenda se asienta sobre la pervivencia en el tiempo de un vehículo con una disposición motriz abandonada por los demás hace décadas, el 911, y heredero del VW Beetle, la creación más famosa del fundador de la marca. Porsche, desde sus primeros modelos, se ha guiado por las directrices básicas de diseño eficaz y evolución técnica, que han hecho de sus deportivos no sólo máquinas de altísimo rendimiento, sino también referencias en lo estético a lo largo de las décadas. El propio museo de la marca en Stuttgart, encargado al gabinete vienés Delugan Meissl, es un resumen plástico y físico de estas ideas en las formas y espacios que lo componen. Desde el 356 al Boxster, pasando por el breve 914 o el estiloso 928, los modelos de Porsche han sido siempre algo más que un deportivo de moda. Tanto es así, que los Porsche han servido como inspiración para otros diseñadores en otros campos, como el caso de Ralph Lauren, que diseñó en 1989 esta línea de maletas inspirada en su Porsche 911 Turbo negro. Y, pese a quien pese, la silueta y sugerentes formas del 911 representan, en cualquier lugar del mundo, la esencia misma del deportivo del siglo XX.


En 1972, Ferdinand Alexander, el nieto del Dr. Porsche y diseñador del 911, fundó Porsche Design Studio en Stuttgart. La idea era simple: crear un espacio de referencia para el diseño de los productos Porsche, desde el cual igualmente evolucionar y desarrollar diseños propios de cara a los interiores y detalles de los vehículos, al tiempo que ofrecer a los propietarios de sus modelos una serie de productos exclusivos y personalizados que poder indentificar como "otros Porsche". Con el tiempo, Porsche Design Studio creció hasta convertirse, hoy en día, en una división más de la fábrica de automóviles, que además tiene su propia marca, Porsche Design, desde 2005. En esta división, se crean productos siempre vinculados a unas directrices de diseño basadas en la sencillez, eficacia y tecnología, entre los cuales encontramos igualmente muebles, teléfonos, barcos, zapatillas o pipas. Aunque Jeremy Clarkson no acabe de comprender muy bien cómo funciona una pipa Porsche en este vídeo.

Ahora, Porsche Design Studio da un salto cualitativo que coloca a Porsche de nuevo a la vanguardia en el mundo del automóvil, al ser la primera marca que estará directamente involucrada con un estudio de arquitectos en el diseño y construcción de un edificio externo a la marca. Se trata del proyecto de lasTorres Porsche, en el distrito financiero de Dubai, y el estudio de arquitectura será, nada menos, la OMA (Office for Metropolitan Architecture) del gurú de la arquitectura contemporánea Rem Koolhaas. Dubai, pese a sus carencias democráticas y sus deficiencias en derechos humanos, es un parque arquitectónico donde muchos arquitectos, como el propio Koolhaas, han querido dejar su huella, y de todas las obras que alli se encuentran quizá el más reconocible y reproducido sea el hotel Burj Al Arab, del estudio Atkins.


Koolhaas es uno de los arquitectos contemporáneos más polémicos y al tiempo más interesantes y a la vez admirados por los teóricos de la arquitectura, quizá hasta extremos cercanos a lo metafísico y sobreactuado. Esta influencia en lo teórico le sitúa a veces rodeado de una parafernalia muy del gusto de algunos sectores del mundo de la arquitectura, que sólo hay que leer el primer párrafo de su entrada en Wikipedia para apreciar.

El proyecto se compone de dos enormes torres de apartamentos y oficinas en la bahía de Dubai, especialmente centradas en la sostenibilidad de los propios edificios, es decir, teniendo en cuenta para su forma las extremas condiciones climáticas en el Golfo Pérsico. Un inmenso prisma rectangular de 80 metros de alto y una torre cilíndrica de idéntica altura y cuya longitud de circunferencia será igual a la longitud total del prisma. Una composición por tanto recurriendo a las formas más básicas de la geometría, minimalista y a la vez megalómana, en la que se aprovecharan recursos como grandes aleros, fachadas retranqueadas o patios interiores para aprovechar las cualidades naturales de ventilación y sombra de la propia arquitectura y reducir al máximo así el uso de recursos energéticos en el control de la temperatura interior.

El equipo de Koolhaas se encargará del diseño estructural y funcional del edificio, mientras que Porsche Design Studio asumirá el diseño de la arquitectura externa del edificio así como del interiorismo y del diseño completo de algunos espacios como restaurantes, balconadas o ascensores, aparte de establecerse como un asesor permanente de diseño para el proyecto.

Las Torres Porsche son, en cierto modo, un desproporcionado proyecto para Europa que, puesto en Dubai, no es sino uno más de los inmensos proyectos que los arquitectos de todo el mundo tratan de cazar a cualquier precio en estos países repletos de recursos, o en las emergentes economías masivas de China o el Sureste asiático. Quizá el enfoque arquitectónico del proyecto es, como en los últimos años, una auténtica huída hacia arriba, un repunte de la arquitectura más imposible, cara y avanzada tecnológicamente posible en una carrera de los poderes económicos individuales y colectivos de alcanzar la posteridad desde el "ahora" mediante la "arquitectura corporativa". Y al tiempo una carrera paralela de los arquitectos de nivel mundial para alcanzar la gloria y la inmortalidad al tiempo que sus comitentes. En este ambiguo campo, se hace posible teorizar acerca de la sostenibilidad arquitectónica mientras se diseñan inmensos proyectos en medio del desierto donde el coste es un factor casi irrelevante y los recursos energéticos no son un problema acuciante.

A pesar de todo, la propuesta de Koolhaas y Porsche no deja de introducir un novedoso e interesante elemento en el panorama arquitectónico actual. Como ya vimos con la división de arquitectura de Giugiaro, se trata de la posibilidad de que los fabricantes de automóviles pasen, debido a su potencia económica, de investigación y tecnológica, no ya a encargar edificios para su propia imagen, sino a construirlos ellos mismos. Como muestra el proyecto de OMA y PDS, esto es muy factible en un futuro próximo, y dado que prácticamente todos los fabricantes importantes tienen programas relacionados con diseño y cálculo de estructuras, probablemente no es sino un asunto de grado y una cuestión de tiempo que se plantee esta tendencia.


Como dice Gunter Henn, la arquitectura es probablemente la forma más prolongada y sólida de proyectar una imagen, y tiene mucha mayor duración en el diseño y en la proyección de una marca que la carrocería de un coche. En Porsche han sabido hacer, a base de diseño, tecnología e investigación, que la imagen de un coche que fuese casi tan duradero como la arquitectura misma. Por eso no es tan raro que den el salto, y vuelvan a ser los primeros en un camino que, sin duda, será largo y muy transitado.

No hay comentarios: