13 febrero 2006

¿A(udi)narquía...?

Audi, mediante su Proyecto Attitudes, lleva algunos años iniciando acciones destinadas a promover el civismo y el sentido común en el tráfico y en la vida en general. Y lo hace, ciertamente, desde una óptica más constructiva que destructiva, y en una línea atada al buen gusto, la elegancia y la evocación. Probablemente recordamos aquella campaña con la simpática y cívica corredora urbana, que tiraba su botellín de refresco vacío a la papelera, y al fallar se daba la vuelta para meterlo dentro

La última campaña de Attitudes, "Ojala algún día no tengamos que prohibir", de nuevo nos trae un spot de estética hipnótica, repleto de bellas imágenes, y con un hermoso fondo musical. Una fórmula que probablemente está cada vez más gastada y decadente en el mundo de la publicidad televisiva del automóvil, pero indudablemente eficaz e incluso bella. Lo que le sucede a esta última campaña de Audi/Attitudes, es que, por mucho que la justificación de la misma sea la de concienciar para que haya civismo, y la concienciación en la educación, y todo eso... resulta un revolucionario mensaje en el fondo del visionado del spot.

La prohibición como concepto es a la vez una constante en la historia de la humanidad, y un fracaso de la sociedad desarrollada. Una barrera aparentemente invariable pero que todos aspiramos a superar. Un oscuro objeto de deseo. Un policía de la mente. De ahí aquel precioso contraeslogan que rezaba "Prohibido prohibir". Y, francamente, eso es lo que yo no puedo dejar de ver en el spot de Attitudes por más veces que lo vea.

Y no deja de ser un hermosísimo envoltorio para una hermosísima idea..."Prohibido Prohibir. Audi"