11 julio 2011

Picasso y Duncan en Málaga. Retrato de dos artistas con coche de fondo

Hace ya unos años contamos en ¿Dónde está el depósito...? una de las historias más hermosas que conozco en torno al arte y el automóvil. Se trata de la que vincula al fotógrafo estadounidense David Douglas Duncan, a Picasso, y a un hermoso Mercedes 300 SL negro.

Resumiendo, David Douglas Duncan es un fotoperiodista que trabajó para la revista Life, y que estuvo, entre otros destinos, en la Guerra de Corea donde conoció a Capa poco antes de que este encontrase la muerte. Duncan hizo en 1955 un reportaje fotográfico para Sports Illustrated en el que narraba el resurgir de la industria alemana del automóvil a través de la nueva singladura de Mercedes Benz, y especialmente fijándose en el desarrollo de su nuevo deportivo, de gran exito en competición, el 300 SL. Duncan adquirió uno de aquellos, de color negro, y con él recorrió Europa en sus interminables viajes que le llevaron desde la costa de normandía hasta la mismisima plaza roja, con algunas peripecias como cuando el coche le fue secuestrado en los Países Bajos y tuvo que pagar un rescate para que se lo devolvieran... lavado y con el depósito lleno. Con ese mismo Mercedes, Duncan viajó hasta el sureste de Francia para encontrarse con Picasso por primera vez en La Californie en 1956. La relación entre ambos artistas fue de total complicidad desde un primer momento, y Duncan fue el fotógrafo que más relajadamente y de forma más natural. Picasso, quien apenas mostró interés en su vida por los automóviles, sí que disfrutó al parecer en diversas ocasiones de algunos paseos con Duncan en su hermoso "Black Torpedo", y así lo atestigua una tierna fotografía en la que Picasso, Jacqueline y Duncan posan junto al 300 SL. En esa foto sólo falta Lump, el teckel que el fotógrafo americano le regaló a Duncan, y al que él mismo dedicó un libro de fotografías ya con una edad avanzada. Duncan recorrió Europa en varias ocasiones con su Mercedes, y ya cuando la vejez le fue apartando del volante, sintió que el coche merecía un retiro digno de un fiel servidor: en 2005, el americano regaló su amado "Black Torpedo", con 450000 km, a Claude Picasso, uno de los hijos del autor. El "Fantasma de Sindelfingen", como siguiendo la estela de Lump, había vuelto a la familia.

Ahora, el Museo Picasso de Malaga dedica una exposición, hasta el 25 de septiembre de este año a la estrecha y creativa relación entre el fotógrafo americano y el genio malagueño. "Picasso crea. A través de la cámara de David Douglas Duncan", muestra 115 fotografías y 77 pinturas que ilustran esta relación entre dos hombres tan especiales y tan representativos de la cultura del siglo XX. Duncan, el fotógrafo que recorrió Europa y conoció a Picasso recomendado por Robert Capa, y Picasso, el artista que cambió el arte contemporáneo para siempre.

Y como siempre, detrás de una gran historia siempre hay un gran coche.


* Picasso crea. A través de la cámara de David Douglas Duncan

** La historia de Duncan, Picasso y el Mercedes SL en El mundo del automóvil, de www.sur.es

*** Duncan habla sobre Picasso en www.sur.es