19 febrero 2010

El BMW Gina en el Museo del Diseño de Londres

Por tercer año, el Museo del Diseño de Londres acogerá una exposición en la que se muestran los diseños aspirantes al título de "Diseño del año", o lo que es lo mismo el Brit Insurance Design Award. Una exposición que, pese a todas las objeciones, condicionantes e inconvenientes que rodean siempre a los certámenes de premios, ofrece una muy interesante visión de las tendencias mundiales en el diseño. Como muestra de ello, el hecho de que el año pasado el ganador fuese el poster de Shepard Fairey que se hizo famoso como campaña oficiosa de Barack Obama en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos, probablemente una de las imágenes gráficas más populares de los últimos años. El museo dirigido por Deyan Sudjic proclama los Brit Design Awards como los "Oscar del diseño", pero incluso más allá del autobombo, la selección de piezas que concursan, divididas en diferentes categorías, componen un conjunto de diseños de gran calidad y suficiente repercusión como para que se pueda considerar que, al menos, este es uno de los premios de mayor calado a nivel internacional.Los premios se decidirán el día 16 de Marzo, después de que las obras hayan estado expuestas en el London Design Museum desde hoy mismo día 17 de Febrero. Los aspirantes pueden verse en el blog del premio, divididos en las categorías de Arquitectura, Moda, Mobiliario, Diseño gráfico, Interactivo, Producto y Transporte. Y es precisamente en esta última categoría, donde compite el BMW GINA con otra serie de interesantes proyectos para la movilidad, que no están limitados exclusivamente a los automóviles, y que han sido seleccionados por diferentes razones.

En la selección de diseños en la categoría de Transporte, dominan los objetos relacionados con las plantas motrices eléctricas. Así, el Nissan Land Glider, la superbike eléctrica Mission One, el avión eléctrico E-430 de Yuneec, y el Honda EV-N Concept, son vehículos que se mueven con energía eléctrica. Cada uno con sus propias características y fronteras que superar en el campo del diseño, ya que las condiciones de partida de la Mission One no son, por ejemplo, las mismas que las de el Nissan Land Glider, aunque puedan encontrarse cerca en algún momento, son vehículos que oscilan entre una estética más o menos convencional adaptada a un novedoso concepto de funcionamiento, y la innovación más atrevida con la pretendida creación de nuevos campos dentro del diseño de productos. Cabe destacar que en el caso del Honda, se trata de un coche eléctrico creado por una jóven de 29 años que se hizo cargo del equipo de diseño en Honda. Su inspiración inicial, el Honda N360 de finales de los años 60 en Japón, aunque su simpático aspecto probablemente a los europeos nos recuerde más al coqueto e inolvidable Autobianchi A112. Los otros dos aspirantes son dos bicicletas, la curiosa bici eléctrica plegable de plástico inyectado de Gocycle, y por otra parte el modelo de bici pública compartida Urbike, diseñada por el español Eduardo Sentís.

Pero ¿Por qué el BMW GINA, se incorpora a esta "verde" lista de diseños destinados al transporte?. Pues porque probablemente el GINA, creado por el equipo de diseño de Chris Bangle, podría presentarse no ya a los premios del diseño de este año (aunque fue presentado en verano de 2008), sino a los premios del diseño de la década, al menos. Y si digo esto es porque, pese al aluvión de Concept - Cars que en cada salón del automóvil por todo el mundo, varias veces al año, se presentan con gran pompa, en realidad en muchas ocasiones los "conceptos" de las grandes marcas raramente suelen incorporar o explorar campos realmente atrevidos a la hora de redefinir el concepto propio del automóvil. Y en el fondo ¿Qué significa redefinir el automóvil?. El concepto planteado por BMW con el GINA puede parecer no demasiado revolucionario, al menos frente a los "coches espectáculo" a los que estamos acostumbrados en los salones. Simplemente un coche cuya carrocería está hecha de tela. Y no sólo eso, sino que, como una piel, es capaz de adaptarse a las condiciones y necesidades del coche en cada momento. El capó varía de forma para crear un alerón que añade sustentación al tren trasero, las tomas de aire del morro se abren o cierran en función de las necesidades de ventilación del motor, o los laterales bajos de la carrocería se elevan o bajan para mejorar el flujo de aire en función de la velocidad. Algo que, en el fondo, es un interesante concepto que encaja mucho con la atrevida política de diseño bajo Chris Bangle en BMW: replantearse los mismos cimientos del automóvil. ¿Por qué una carrocería tiene que ser algo estático y diseñado para cumplir una función por encima de otras, si puede adaptarse y cumplirlas todas más eficazmente? Desde que los chasis autoportantes sustituyeron a la tradicional estructura de Chasis y Carrocería separados, la forma de entender el diseño y la construcción de un automóvil ha cambiado muy poco. Y eso a pesar de que las carrocerías han ido perdiendo paulatinamente importancia en las estructuras de seguridad, hasta incluso haberse diseñado en ocasiones en fibra de vidrio, como en la Renault Espace. Pero en el interior también se mantiene la filosofía de la instrumentación y el diseño interior "en función de la necesidad", con elementos que aparecen y desaparecen de forma dinámica.

Pero ¿que tiene por tanto el GINA que lo distingue de tantos otros Concept Cars más o menos futuristas? En mi opinión, la propuesta de Bangle y su equipo resulta terriblemente atrevida desde el momento en el que se replantea una de las estructuras primarias y definitorias del automóvil, la carrocería, proponiendo que en el futuro nuestro coche puede ser no ya un coche modular, sino un coche moldeable en función de las necesidades. Y ya no se trata de una propuesta audaz pero inspirada en las fórmulas de la aviación, como el interesante Mistubishi HSR II de 1989, con sus elemento aerodinámicos inteligentes repartidos por todo el coche. En este caso la propuesta afecta tanto a la estética exterior del coche, como al propio concepto de diseño y, por supuesto, a la estructura misma de su razón de ser. Algo que, en alguna manera, conecta con el anterior post y la escultura del equipo de Gorden Wagener en Mercedes, en el que reflexionaba sobre la materia y la forma. Solo que aquí esa reflexión se ubica en un terreno que se ubica más dentro del utilitarismo que de la pura reflexión plástica. Y nos enfrenta a un futuro, más lejano o cercano, en el que posiblemente los materiales inteligentes y la tecnología permitan llevar a la producción carrocerías modulables y flexibles, materiales que se adapten, animados por controladores nanotecnológicos, a las funciones del coche de manera que su forma varíe sustancialmente en función del uso que se hace de él. Y en el que, posiblemente, el concepto mismo de diseño en un coche, deba ser abordado y redefinido desde sus cimientos.

Quizá un futuro lejano, si, para el que aún quedan muchos puentes que cruzar y muchas encrucijadas pero que se avista detrás de todo el trabajo de BMW para este Concept. Sólo hay que poner estas atrevidas reflexiones con las tendencias que marcan al sector y los próximos años en el diseño (redefinición y miniaturización de plantas motrices y elementos mecánicos, tendencia a los microcoches de corto recorrido, posible éxito del "car sharing" al estilo de lo que ya sucede con las bicicletas, exploración de nuevos formatos de diseño hasta ahora inviables, transformación radical de los ciclos de vida de los coches y sus mantenimientos...) para ver que el futuro que nos espera esta lleno de momentos de gran densidad conceptual en los que nos veremos obligados a replantearnos todo lo que sabemos acerca del modelo social de movilidad, el automóvil y el diseño desde los propios cimientos. En esto, Bangle y su equipo lleva algo de ventaja.

La exposición Brit Insurance Designs of the year 2010, en el London Design Museum, estará abierta hasta el 6 de Junio. El día 16 de Marzo se fallarán los premiados de este año.

* London Design Museum

** London Design Musem en Facebook