22 marzo 2006

Sensualidad simultánea. Matra 530 pintado por Sonia Delaunay

Como decía en el anterior artículo de este Blog, la aventura de la pintora cubista Sonia Delaunay con la exploración del automóvil como soporte de sus creaciones no acabó con el hermoso Bugatti T-35 de la Exposición del Art Decó de 1925.

Muchos años más tarde, en los últimos años de su vida, Sonia volvió a decorar un coche para una subasta benéfica. En este caso se trató del sensual y atractivo Matra 530,que se presentaba en el Salón del automóvil de Ginebra de ese mismo año. En este caso, conociendo la historia interesante del Bugatti de 1925 y cuando Sonia Delaunay era una artista largamente reconocida por su obra de caballete y por sus ensayos con la "Boutique Simultaneísta", fue solicitada su participación en una subasta benéfica con esta creación.

Algunos de los rasgos del nuevo Matra recuerdan bastante a las formas y colores aplicados sobre el Bugatti, aunque probablemente el potente fondo blanco de éste hace que la creación sea más atractiva que en el caso del Matra, cuyo fondo plateado o grisáceo apagan un poco más los colores. No obstante, también esta combinación de colores más apagada en su tono hacen del Matra Delaunay una obra de mayor sutileza que el vibrante Bugatti.

El Matra 530 era una creación de René Guedón, el padre del popular Matra Bagheera y el inspirador principal del Renault Espace, uno de los vehículos más influyentes de los últimos 40 años. Con un motor central V4 de origen Ford, y un diseño ciertamente atrevido del que se pueden ver influencias claras en el hermoso (e igualmente fallido) Porsche 914 de 1969, el Matra 530 forma parte de esa serie de selectas y atrevidas creaciones de Matra que forjaron, junto con los éxitos en competición, la imagen de una marca "de culto" con creaciones siempre distinguidas y atrevidas en lo estético y con la búsqueda de un comportamiento dinámico de alto rendimiento. Eso, hasta que, absorbida por Renault, acabó cerrando como planta de producción, de la cual el último modelo (y causante en parte del cierre) fue el extraño (¿y adelantado?) Avantime. A Matra corresponden creaciones atrevidas y adelantadas a su tiempo, como el concepto de Coupé utilitario del que participaban el Bagheera y el Murena; también la idea de Break con cualidades todoterreno del Matra Simca Rancho (Un venerable Simca 1200 ranchera elevado y con tracción permanente) que es el perfecto antepasado de nuestros actuales y populares todocamino; y por supuesto el Renault Espace, salido de los pinceles de la factoría Matra, y cuya influencia en la historia del automóvil ha sido decisiva.

De esta manera, Matra fue siempre una marca distiguida por sus cualidades estéticas, y no por casualidad decidieron proponer a Sonia Delaunay participar con este coche en esta subasta benéfica y también en la promoción del nuevo modelo presentado aquel año. El Matra 530 Delaunay pudo verse en Barcelona en 2000 años en una exposición acogida por el Museo Picasso
en colaboración con el Centro Pompidou de París en la que se mostraba la obra del matrimonio Delaunay con especial atención a las experiencias con sus formas artísticas en el diseño de objetos utilitarios. También participó en el concurso de elegancia Louis Vuitton Classic en 2001.

El Matra 530 fue una de las últimas obras de formato no-convencional de Sonia Delaunay, que moriría pocos años después. Probablemente sus dos coches pintados abrieron los ojos a muchos, dentro y fuera del mundo del arte, sobre la necesaria comunión entre este influyente objeto de diseño que era el coche, y la representación artística de vanguardia. Comunión que, aún hoy en día, sigue en plena exploración, y en pleno proceso de hacerse visible.

Seguimos preguntándonos ¿Dónde está el depósito...?

* Fuentes: Matra Automobile y Passion Automobile
** Foto: S. Morliére