14 abril 2009

Cuatro "BMW Art Car" en busca de lienzo. Exposiciones en Los Angeles y Nueva York


En ocasiones algún analista de actualidad, o algún sociólogo, se descuelga con esa popular frase que, más o menos, viene a afirmar que "El arte es a lo que se dedica la gente cuando tiene todas las necesidades cubiertas". Lo cual es una falsedad que cuesta desmontar menos de lo que cuesta oir la palabra "crisis" al subir a un autobús. Pero es bien cierto que en periodos de bonanza como el que hemos abandonado, los debates sobre el arte y su ostentación parecen ser más que nunca apreciados símbolos de culminación personal. Digo todo esto, porque en las últimas casi dos décadas, el arte en sus diversas manifestaciones ha sido un elemento clave en la el márketing y la comunicación de las empresas fabricantes de coches, como hemos demostrado aquí en muchas ocasiones. Y será interesante ver cómo éste importante factor encaja en este nuevo periodo que se abre ante nosotros, en el que probablemente la industria sufra una gran transformación, y el arte deje paso a una tecnocracia de trinchera como banderín de enganche de la sociedad.

Para BMW, quizá no el fabricante de coches que más se ha interesado por el arte, pero si el que más partido le ha sacado desde hace más de treinta años, parece que de momento está claro: la asociación de sus productos a las manifestaciones artísticas es una seña de identidad. Algo quizá mucho más fácil de mantener cuando la propiedad de la empresa tiene un importante componente familiar, pero a lo que, en cualquier caso, hay que dar un sentido y una programación.

En los últimos dos meses, BMW ha paseado sus Art Cars de costa a costa de los Estados Unidos, reforzando su imágen de marca distinguida y con tradición.

Entre Febrero y Marzo, cuatro BMW Art Cars fueron expuestos en el interesante Museo de Bellas Artes del Condado de Los Angeles (LACMA), como parte de su larga gira por todo el mundo. El BMW 3.0 CSL de Frank Stella (conducido por Ronnie Petterson en las 24 Horas de Le Mans de 1976, el 320i pintado por Roy Liechenstein, que corrió en la prueba francesa en 1977, el hermoso M1 de 1979 que estuvo expuesto en Zaragoza en 2002, y el Serie 6 del recientemente fallecido Robert Rauschenberg formaban parte del montaje en el museo de la costa oeste, donde el coche pintado por David Hockney ya había estado en 1996. La exposición se ubicó en el hall BP del museo.

La siguiente parada de la etapa estadounidense de la gira de los "Art Cars" tenía un escenario especial: Nueva York. Y dentro de la gran ciudad, nada menos que la Grand Central Terminal, una de las más antiguas estaciones de tren de la ciudad, junto a Central Park. Y para esta exposición, del 26 de Marzo al 6 de Abril, se preparó un interesante evento: el encuentro entre los "Art Cars" y parte del gran lienzo pintado por Robin Rhode dentro del proyecto "An expression of Joy", al que ya nos referimos en un artículo reciente. La exposición causó expectación en Nueva York, ya que esta ha sido una ciudad vinculada de forma especial a los "Art Cars". Por ejemplo, BMW tuvo durante años una galería en Park Avenue donde se presentó el mismo coche pintado por Rauschenberg, y Frank Stella y sobre todo Andy Warhol han sido artistas con gran repercusión en el país, el primero con una reciente exposición en el Metropolitan Museum dentro del programa "On the roof".

La unión en Nueva York de los "Art Cars" con el proyecto de Rhode, resulta particularmente significativa, y sin duda manda un sencillo mensaje: "seguimos haciendo arte". BMW en Estados Unidos ha habilitado una página web específica para su proyecto "An expression of Joy" (http://www.expressionofjoy.com/) y de algún modo esta experiencia quizá resarce a la marca alemana del pequeño fiasco que supuso la presentación del decimosexto "Art Car" de Olafur Eliasson el pasado año. No obstante, tanto la obra de Eliasson como la extravagante propuesta de Rhode, parecen querer profundizar en una visión de la unión de arte y automóvil diferente a la tradicional "Pintura sobre carrocería" que BMW ha patrocinado. BMW USA ha tenido siempre una independencia a nivel de comunicación que le ha permitido, entre otras cosas, producir la fabulosa serie "The Hire", y quizá cambiar el paso a la tradicional producción de "Art Cars" cuyo concepto "artista interviene sobre coche" está probablemente más que agotado desde el punto de vista de la expresión. Y quizá la reunión de los coches de Warhol, Rauschenberg, Liechenstein y Stella con la imperfecta pero interesante obra de Rhode suponga un punto de inflexión en la clase de obras que BMW patrocinará en adelante.



Lo que resulta también particularmente interesante es el proceso de montaje de los coches en la Grand Central Terminal de Nueva York, que puede verse mediante un breve reportaje en Youtube. En este vídeo, aparte del cuidado con el que los coches son introducidos para no dañar los suelos de la venerable estación, se aprecia cómo el personal que manipula los coches lleva guantes como si estuviesen transportando un Picasso o una escultura de Henry Moore. Para parte del público dará probablemente lo mismo, pero para quienes trabajamos o hemos trabajado en el mundo del arte, habla del cuidado y respeto con el que estos coches se transportan, siendo tratados como auténticas obras de arte.

Los "Art Cars" dejaron Nueva York la semana pasada para una gira de tres ciudades por Méjico. Pero está claro que cuando se habla de Arte y Automóvil, tanto entre los especialistas como entre los profanos, estos coches han ocupado el centro de la percepción, y aunque muchos de ellos corrieron en Le Mans, han pasado ya más tiempo en los museos que en las pistas.





* Foto principal: Via http://www.psfk.com/ (Dave Pinter). Resto de la galería, aqui: http://www.flickr.com/photos/davepinter/sets/72157615798467275/

** Foto secundaria: Via http://www.bmwblog.com/

*** Diapositivas de los BMW Art Cars en The New York Times, aqui: http://www.nytimes.com/slideshow/2009/03/15/automobiles/collectibles/0315-artcars_index.html